Durante el Día 1 en Frontón México de What Design Can Do Mexico City, el diseñador industrial mexicano Jorge Diego Etienne, comenzó en la sesión con el tema de diseño prospectivo. Y es debido al interés de los diseñadores por comenzar a vislumbrar el futuro, que parte de los avances tecnológicos actuales se han transformado.

METODOLOGÍA DE DISEÑO PROSPECTIVO

Por ello, Etienne mencionaba la importancia de plantear y visualizar una distopía, es decir, una sociedad ficticia en la que no nos gustaría formar parte en el futuro. Un detonante para contrastar esa realidad y dar paso a las ideas que formen parte de escenarios utópicos o realidades idóneas en la que todos quisiéramos vivir.

A través de una metodología de diseño crítico compartida en el taller, se enfatizó en especular sobre los espacios de trabajo del futuro: ¿Cómo serán? ¿Seguirán existiendo como los conocemos hoy en día? ¿la inteligencia artificial habrá reemplazado a los humanos? También detallar que gran parte de los empleados pasan largas jornadas laborales dentro de una oficina e incluso, llegan a vivir más tiempo que en sus propios hogares.

Partiendo de estos cuestionamientos, Etienne y Marcus Engman -anterior Gerente de Diseño de IKEA-, hablaron de ir más allá del espacio y buscar la innovación a partir de cuatro ambientes o áreas de oportunidad en una oficina:

  • ambiente social
  • ambiente colaborativo
  • aprendizaje
  • concentración.

IMAGINAR DISTOPÍAS PARA GENERAR UTOPÍAS

De esta forma, el sesión tuvo como eje rector el futuro para imaginar una distopía y proponer una utopía. Se comenzó con un análisis en equipo sobre problemáticas laborales potenciales en un contexto determinado con la finalidad de desarrollar un concepto relacionado a una de las cuatro áreas de oportunidad.  A través de diversas propuestas, se buscó visualizar herramientas que dieran como resultado escenarios con impacto positivo a los retos de una realidad futura.

Como resultado, la mayoría de los equipos decidieron enfocarse en problemáticas de ambiente social y colaborativo, pues argumentaron que uno de los grandes retos en nuestros días, es la deficiencia en la comunicación e interacción entre los empleados.

Hubo propuestas de dispositivos neuronales que ayudarían a empatizar al personal y hologramas que los hiciera sentir en cualquier lugar deseado, por mencionar algunos.

A partir de supuestas soluciones, se especuló un futuro donde será más importante diseñar herramientas para re humanizar el ambiente de trabajo. En lugar de seguir diseñando cosas que parecieran conectar a las personas pero que paradójicamente, han disminuido las interacciones humanas.